Las personas más saludables del mundo no van al gimnasio

Puedes ahorrarte tu membresía de gimnasio si quieres, porque tu cuerpo ya tiene todo lo que necesita.

Si deseas estar lo más saludable posible, no hace falta que pagues por usar cintas de correr ni máquinas de pesas.

No pedimos que confíes en este principio sólo porque lo decimos aquí: la prueba está en las personas más longevas del mundo.

Las personas en las llamadas “Zonas Azules” del mundo, que son los rincones de este planeta con la mayor esperanza de vida, no pagan por clases de entrenamiento físico, ni corren maratones ni compran máquinas costosas para hacer ejercicio.

En cambio, viven en entornos que los empujan constantemente a moverse sin siquiera pensarlo. Esto significa que cultivan jardines, caminan en varios momentos del día, y mantienen las comodidades mecánicas y automatizadas para que su rutina diaria implique moverse todo el tiempo.

De hecho, los investigadores que estudian las Zonas Azules determinaron que el movimiento natural como parte de la rutina es una de las formas más impactantes para aumentar su esperanza de vida, y un hábito común entre las poblaciones más longevas del mundo.

Por supuesto, esto puede no parecer como un opción viable en nuestra economía actual del conocimiento, donde casi todos estamos atados a un escritorio y frente a la pantalla de una computadora todo el día.

Moverse naturalmente durante el día puede sonar agradable y romántico, pero la realidad es que hace 100 años sólo el 10% de nosotros teníamos trabajos sedentarios, mientras que hoy es el 90% los que necesitamos estar en una computadora la mayor parte del tiempo.

A pesar de esto, sí hay algunas formas fáciles de agregar más movimiento a tu estilo de vida ocupado.

Una de las mejores formas de hacerlo es utilizar un modo de transporte activo. Esto podría significar llevar a tus hijos a la escuela caminando, o ir en bicicleta a la tienda de comestibles, a la casa de un amigo o salir a cenar a un lugar cercano para dar al menos un par de caminatas o recorridos en bici cada día (con que sean al menos 15 minutos en cada recorrido tu cuerpo ya está recibiendo beneficios).

Si las distancias lo permiten, también podrías caminar o andar en bicicleta al trabajo (o caminar / andar en bicicleta a la estación de autobús o metro que tienes que usar, si eso es más factible).

La investigación muestra que puedes mejorar tu sistema inmune sólo con realizar es una caminata de 15 minutos en cada sentido a tu trabajo o algún otro punto que debas visitar cada día.

Pero toma en cuenta que cualquier actividad física incorporada a lo largo de tu día es muy útil. Todos los quehaceres domésticos, desde barrer y trapear hasta cargar ropa hacia la lavadora o una lavandería cercana, son excelentes formas de romper con el sedentarismo. Si tienes la opción de pedir algo a domicilio o salirlo a comprar, o puedes elegir entre contratar un servicio de tu casa o hacerlo tú mismo, o bien entre ir a un lugar cercano en coche o a pie, siempre elige la opción que te haga moverte.

Tal vez te dará un poco de flojera, pero piensa que estás ahorrando dinero al mismo tiempo que haces algo importante por tu salud.

Un estudio reciente de la American Cancer Society reveló que caminar durante seis horas a la semana resultó en un menor riesgo de morir de enfermedad cardiovascular, enfermedad respiratoria y cáncer que no estar activo en absoluto. Si 6 horas es más de lo que puedes lograr cada semana, la investigación también mostró que caminar al menos dos horas por semana podría reducir el riesgo de enfermedad y ayudarlo a vivir más tiempo.

Caminar también es una excelente medicina para tu mente. Una caminata diaria podría reducir el riesgo de demencia en un 40%, según Anders Hansen, médico y especialista en psiquiatría del Instituto Karolinska en Suecia.

Si las caminatas largas no son lo tuyo, divídelo haciendo varias caminatas más pequeñas por día (cinco minutos en cada caminata).

Intenta trabajar un rato de pie ante tu escritorio si tienes que hacer una llamada o puedes poner la compu en una superficie que te quede a buena altura para trabajar de pie. Así puedes alternar entre momentos sentado y parado, que rompen un poco el sedentarismo.

Si no puedes hacer eso, intenta al menos levantarte y moverte con cualquier pretexto (como ir al baño o a hacer un té) varias veces al día, durante todo el día. Y siempre sal del trabajo a la hora de la comida para tomar un poco de aire fresco.

Nuestros cuerpos fueron diseñados para moverse.

Y eso no significa necesariamente ir al gimnasio. En realidad, puede ser mucho más efectivo tener movimientos sencillos incorporados a lo largo del día, ya que esto no te genera un desgaste intenso en el cuerpo como el que sí provoca el ejercicio de alto rendimiento.

No necesitas levantar pesas pesadas ni hacer ejercicios con intervalos de mucha intensidad para vivir una vida larga y saludable.

El movimiento simple y cotidiano da los mejores resultados a largo plazo, y si dudas cómo empezar, sólo observa a las comunidades donde las personas llegan con buena salud a los 100 años: sigue una dieta rica en frutas y verduras crudas, muévete de forma natural, y tu cuerpo se encargará del resto.

Nota: El extracto de Hemp también es una gran herramienta que puedes usar para sacar el máximo provecho de los cambios que introduzcas en tu rutina para ser menos sedentario.

Tomar unas pocas gotas de Hemp cada día ayudará a que los neurotransmisores de todas las células del cuerpo reciban el mensaje de equilibrio que es tan necesario para tu salud física y emocional.

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Basado en un artículo por Andrew Merle, publicado en inglés en Elemental.

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